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El reto

Cómo contribuir a minimizar la pesca ilegal y los abusos laborales en el sector

SE ESTIMA QUE EL 15% DEL PESCADO QUE ENTRA EN EUROPA PROVIENE DE PRÁCTICAS ILEGALES.

Cada año se capturan ilegalmente en todo el mundo entre 11 y 26 millones de toneladas de pescado, lo que conlleva a pérdidas anuales de entre 10.000 y 23.500 millones de USD para la economía mundial.

Además, existe una estrecha relación entre las prácticas pesqueras INDNR (ilegal, no declarada y no reglamentada) y los abusos de los derechos humanos. Con frecuencia, los marinos y pescadores se ven forzados a trabajar en condiciones que serían inaceptables en cualquier otra industria.

Al igual que en otros sectores, es necesario que las personas que trabajan en la mar lo hagan bajo unos estándares sociales y laborales dignos que garanticen la inclusión y la igualdad, así como el respeto de los derechos humanos y unas condiciones de trabajo seguras y decentes.

Por todo ello, el eslabón final de la cadena de valor, el consumidor, debe ser consciente de lo que implica el valor sostenible y las propiedades de los productos que adquiere, y la amenaza que supone para el uso sostenible de los recursos marinos y los objetivos de conservación, y las repercusiones negativas sustanciales que ocasiona en los océanos del mundo y en otros ecosistemas acuáticos, en el comercio y en las comunidades costeras. Este hecho influye directamente en la decisión de compra del consumidor, que cada vez es más responsable y exigente en sus comportamientos de compra.